Sus principales características es que podemos montar un sistema operativo completo en él.
Mayor rendimiento y velocidad desde el inicio o arranque del SO hasta el uso de programas en el PC o pórtatil
Menor ruido ya que trabajan de manera silenciosa y sin calentarse.
Capacidad desde los 60 GB hasta los 1024 GB
Fácil instalación debido a su reducido tamaño.
Su mayoría tienen un tamaño de 2.5' pulgadas.
Un disco SSD NO utiliza platos giratorios como los HDD tradicionales, por lo tanto se reduce el riesgo de perder información si es que ha ocurrido un pequeño movimiento brusco.
SATA
Su arquitectura es punto a punto, por lo que la conexión de disco duro y puerto es directa.
Los discos duros SATA se conectan directamente al puerto Serial ATA, yendo cada disco de forma independiente y determinando cuál es el de inicio del sistema en la BIOS.
Su interior está libre de polvo y aire para evitar choques entre partículas y la posible pérdida de datos por ello. El disco gira todo el tiempo en que permanece encendido.
La configuración de los discos duros SATA es mucho más sencilla y los dispositivos son mucho más actualizables. Por eso, son los más utilizados.
Su funcionamiento es muy sencillo.
SCSI o SAS
Estos tipos de discos duros son los más usados en entornos profesionales
suelen estar instalados en el rack del servidor y rara vez encontrarás sólo un disco sas. Su utilidad es usar varios discos a la vez para funcionar como espejo en sistemas RAID y clústeres.
Generalmente se montan varios discos sas en el rack del servidor y se utilizan como almacenamiento de todos los datos de la empresa.
Una peculiaridad interesante de los sistemas de almacenamiento con discos sas es que se usan para poder reemplazar en caliente los discos duros que fallan.
Los discos duros SAS son la versión moderna de los discos SCSI y como te puedes imaginar son muchísimo más rápidos llegando a tasas de transferencia de datos de 6 Gbits/s.